Se dice que la prisa no es buena consejera. Y en España bien lo sabemos. Pocos en Europa dominan tanto y tan bien como los españoles el arte de dejarlo todo a última hora. Procrastinar, lo llaman ahora. Aunque casi siempre sea una mala idea, porque el caos y el estrés nunca dan tregua. Por eso la mejor forma de ahorrarse el agobio es organizarse el tiempo en el trabajo.
Con la agenda a la vista y un bolígrafo en mano, hay que apuntar todas las tareas que vayan surgiendo a lo largo de la jornada laboral. Y no solo eso, también es necesario establecer un orden en función de la urgencia o importancia de la tarea en cuestión.
¿Qué hacer para organizarse mejor en el trabajo?
No hay un manual para principiantes que marque las normas que el usuario tiene que seguir para organizarse el tiempo de manera efectiva en el trabajo. Tampoco hay libros de autoayuda. Sin embargo, todos alguna vez en nuestra vida laboral hemos escuchado en boca de compañeros consejos que nos dan pistas y pautas para ser más productivos.
A continuación, te mostramos algunos de estos consejos que pueden ser de tu ayuda…
- Tener siempre a mano una agenda en la que puedas anotar las tareas y trabajos por días. Añadir siempre una fecha límite anterior a la fecha tope de entrega.
- Clasificar las tareas en orden de importancia. Dejar las tareas más importantes para el final no es una buena decisión, porque hace que el trabajo se devalúe por la falta de tiempo.
- En consonancia con el punto anterior, priorizar las tareas que sean más urgentes.
- Adelantar trabajos pendientes en los ratos libres. Siempre en tu horario de trabajo.
- Prohibido llevarse el trabajo acumulado a casa. El tiempo libre de todo ser humano es de uso personal e intransferible.
- Planificar todas las reuniones o llamadas pendientes.
- Reservar unas horas para que puedas dedicarte en cuerpo y alma a cualquier urgencia o circunstancia que puedan surgir de la nada.
- Tomarte algún descanso para despejar la mente. Desconectar de vez en cuando del trabajo ayuda a incrementar el rendimiento.
- Reunirte a menudo con tus compañeros para poner en común aquellos aspectos relativos a las actividades que hay que hacer en grupo.
- Llevar las tareas al día. No dejar ninguna para última hora.
- Librarte de cualquier pasatiempo en el horario de trabajo (móviles, redes sociales, etc.)
¿Qué puede pasar si no nos organizamos bien el tiempo en el trabajo?
Una mala organización en el trabajo puede generar un estado de estrés y nerviosismo constante que no es bueno para la salud. A ello hay que sumar una consecuencia inevitable y es que tu jefe pierda la confianza que había depositado en ti. Tu falta de rendimiento, que lleva aparejada un descenso de la productividad, avala su desconfianza y es la prueba fehaciente de que no estás haciendo bien tu trabajo.
Entre las situaciones que se pueden dar a consecuencia de una mala organización destacamos las siguientes:
- Trastornos de ansiedad.
- Fatiga y estrés laboral.
- Ambiente de trabajo insostenible.
- Broncas y riñas entre compañeros o empleados y jefes.
- Acumulación de tareas pendientes.
- Sobrecarga de trabajo.
- Negatividad que puede contaminar la vida personal del trabajador.
- Despido laboral.