La concentración está ligada a los buenos hábitos de trabajo. La mente hay que trabajarla para que tenga la capacidad de ser efectiva durante una jornada laboral. Pero no solo tenemos que centrarnos en este punto. Existen otro tipo de acciones y rutinas que debemos llevar a cabo dentro de la empresa. Por ejemplo, el trabajo de concentración no será eficiente por mucho que entrenemos la mente si después disponemos de mucha carga de trabajo. A continuación te vamos a dar unos consejos que te ayudarán a mejorar la concentración en el trabajo y ser más productivo. Hemos comprobado que estos consejos funcionan a través de la labor de la telesecretaria.
El primer paso para que estemos totalmente centrados en lo que tenemos que hacer es ordenar y limpiar la mesa sobre la que trabajamos. Es aconsejable no incluir ningún elemento que nos pueda distraer. Es preferible que la mesa esté vacía antes que llena de cosas.
Es fundamental que consigas crear un ambiente tranquilo dentro de la empresa. En ocasiones los ambientes crispados no dependen de nosotros. En estos casos es preferible buscar otras alternativas. Cuánto más enojados estemos con el trabajo, más cansada estará nuestra mente y menos interés prestaremos a lo que estamos haciendo.
En la medida de lo posible es aconsejable trabajar con luz solar. La luz natural nos eleva el estado de ánimo y hace que nuestras rutinas se cansen menos. Intenta trabajar en una oficina con amplios ventanales para que entre bien la luz. No obstante, no te pongas muy cerca de la ventana porque será fácil que te distraigas con la gente de la calle, los pájaros, etc.
La falta de concentración también es consecuencia de una excesiva carga de trabajo. La mente se satura y se dispersa en otros pensamientos. Muchos empresarios han comprendido este punto y están delegando sus tareas a un profesional de confianza. En muchas de esas ocasiones ese profesional es la telesecretaria.
Para aprovechar al máximo la fuente de energía y concentración, debes realizar en primer lugar las tareas más difíciles y que te vayan a llevar más tiempo y dedicación. De esta forma, dejarás para después las tareas más fáciles, justo cuando tu energía se vaya disminuyendo.