La productividad es la relación entre la actividad laboral y los medios que se utilizan para desarrollar dicha actividad. Cuánta mayor conexión exista, mayor será la productividad. La idea es conseguir grandes resultados con el menor tiempo y esfuerzo posibles. Y es justo esta productividad la que buscan la inmensa mayoría de empresas. Por ello, siempre buscan a los mejores trabajadores, entre los que se incluye la telesecretaria.
Los beneficios que obtienen las empresas son varios. Por un lado, mejora el rendimiento de su negocio. Se aseguran que las acciones se realizan eficazmente. Por otro lado, la productividad les genera un ahorro de costes. Reducen el número de recursos y pueden reducir las jornadas laborales de sus trabajadores. Y, un tercer beneficio está relacionado con la mejora de su imagen. Los clientes quedan satisfechos con el trabajo desempeñado por dicha empresa.
Cuando hablamos de factores de impacto, nos referimos a los factores que influyen en la productividad. Hay dos tipos principalmente: externos e internos.
Los factores externos hacen referencia a los factores que quedan fuera del control de la empresa. En este grupo se incluye la competencia, la demanda y las legislaciones gubernamentales. Estos aspectos influyen sobre el trabajo o actividad diaria de un negocio.
En cuanto a los factores internos, son aquellos en los que la empresa juega un papel fundamental. Su toma de decisiones es clave para el aumento o no de la productividad. En este grupo nos encontramos con los productos o servicios que ofrecen, el proceso de fabricación, la cultura empresarial, la organización, las cuestiones administrativas y de fiscalidad, el ambiente de trabajo, la atención al cliente con una telesecretaria y un largo etcétera.
El valor principal de la empresa reside en sus trabajadores, en los que se incluye la telesecretaria. Son las personas que se encargan de hacer realidad la idea de proyecto. La crean y la ponen en marcha. Además, estos profesionales están en continuo contacto con los clientes. La labor del directivo es encargarse de la gestión del talento. Seleccionar a los mejores profesionales para cada puesto, teniendo siempre la mente puesta en el aumento de la productividad.