Cuándo los clientes contactan con una empresa o marca es porque necesitan ayuda rápida. No están dispuestos a tirarse varios minutos en espera o días hasta que llega una respuesta a sus preguntas. Imaginemos que somos nosotros los clientes y que no conseguimos contactar con la empresa de ninguna de las maneras y que cuando lo hacemos, si es que lo hacemos, nos dan una respuesta corta que no resuelve nuestras dudas. Cuando esto ocurre, dejamos de ser sus clientes habituales.
Para que esto no ocurra, es preciso ofrecer un servicio de atención al cliente mediante una secretaria virtual. Esta figura empresarial estará a disposición de los clientes, atenderá sus consultas en el menor tiempo posible y, sobre todo, les escuchará y les transmitirá confianza y cercanía. Una vez contratada a la telesecretaria para desempeñar esta función, es momento de cuidar el resto de aspectos que evitan tener clientes descontentos.
La eterna espera a una pregunta. Es una de las acciones más molestas y desesperantes para los clientes. Aunque muchas empresas no lo crean, los clientes actualizan constantemente su bandeja de entrada o sus redes sociales esperando que les llegue el mensaje tan deseado o mirando el móvil cada 5 minutos en busca de una llamada.
La inexistencia de la respuesta. Ya no es solo que los clientes tengan que esperar minutos y minutos con el teléfono colgado a la oreja. Después de la paciencia se encuentran con que no reciben respuesta a sus preguntas ya sea porque nadie les contesta o porque quién lo ha hecho no ha sido capaz de resolver sus dudas.
No comunicarse de forma clara y directa. Los clientes esperan que la persona que les atiende sepa expresar correctamente el lenguaje y que sepa ponerse en su lugar para llegar a comprenderles. No buscan tecnicismo ni frases dificiles de entender o que no expresan nada.
No proporcionar varias vías de contacto. Los clientes a día de hoy contactan con las empresas mediante la vía telefonica, los correos, el apartado de contacto de las páginas web o las redes sociales. Las empresas deben adaptarse a ello para satisfaccerles.
No contar con auténticos profesionales en la atención al cliente. A los clientes les desespera la incompetencia de algunas personas que les atienden porque se nota que no saben de lo que hablan o que no tienen experiencia y cualidades para ello. La mejor solución es contar con una secretaria online.
La secretaria virtual atiende a los clientes en el menor tiempo posible, sabiendo qué decir en cada caso y aportándoles información de valor. Asimismo, la telesecretaria tiene don de gentes, utiliza el lenguaje correctamente y crea relaciones cercanas con los clientes. Por otro lado, la secretaria online maneja las nuevas tecnologías y tiene una gran experiencia a sus espaldas.