La productividad es un valor cada vez más demandado dentro de las empresas. Los directivos piden a sus empleados que consigan los mejores resultados posibles, dirigidos siempre al porvenir de la empresa. Pero debemos tener en cuenta que la mayoría de empleados dedican una media de ocho horas al día al trabajo, durante 5 días a la semana. Algunos incluso más horas. Este tipo de jornadas laborales pueden mermarnos física y mentalmente. Es habitual ser productivos durante las primeras horas del día, pero a medida que pasa la mañana esa productividad se va perdiendo. No obstante, existen una serie de claves que permiten mantener ese rendimiento durante todo el día. La prueba de ello es el trabajo de una telesecretaria.
Antes de comenzar el día y la semana, la secretaria virtual organiza las tareas que tiene que hacer. Se establece un horario para saber cuánto tiempo va a dedicar a cada cosa. Gracias a la experiencia, sabe qué tareas son mejores hacer un día u otro por el tiempo que le lleva y en relación a su vitalidad a medida que va pasando la semana. De esta forma, aprovecha el tiempo.
Una de las grandes cualidades de la telesecretaria es su capacidad para saber qué tareas son más importantes, necesarias y complicadas. Las detecta y comienza con ellas para dejarlas hechas lo antes posible. La mente está más activa a primera hora, por lo que hay que aprovechar para quitarse las tareas gordas. El resultado es rapidez y efectividad.
La secretaria online comienza con una tarea y no la deja hasta que no la termine. Es decir, no deja las cosas a medias. De esta forma, no pierde el hilo del tema y se asegura de que quedan finalizadas y con un buen resultado. Para ello se planifica su jornada.
Es fundamental que el espacio de trabajo esté ordenado, alejado de cualquier distractor. Sobre la mesa solo hay que colocar los elementos necesarios: ordenador, papel, bolígrafo y poco más. Es un gran consejo para no perder el tiempo en buscar las cosas o mirando a la nada.
Trabajar durante 8 horas al día no significa que tengamos que estar trabajando sin parar. La productividad es fruto del descanso. Cada cierto tiempo, la telesecretaria se toma un pequeño descanso para despejar la mente y recargar las energías.