La eficiencia es la capacidad de las empresas para conseguir sus objetivos con el menor número posibles de recursos y esfuerzos. Estos recursos hacen referencia tanto a los aparatos o elementos como a los trabajadores. Los empleados trabajan junto a las nuevas tecnologías o utensilios para garantizar una gran productividad. La mejor combinación es una telesecretaria con un ordenador y teléfono. Sin embargo, muchas empresas todavía no han encontrado las claves para conseguir la ansiada eficiencia empresarial. A la larga, este valor permite ahorrar tiempo y dinero a la vez que ofrece los resultados deseados.
Las claves de la eficiencia empresarial
- Este valor es el encargado de aportar éxito a las empresas. Significa ofrecer un elevado nivel de resultados, tomar buenas decisiones y hacer un trabajo riguroso. Para el rendimiento se necesita llevar unos buenos hábitos de vida, tener intuición y esfuerzo. Estas cualidades aportan valor al negocio y permiten crear una disciplina de trabajo, tal y como se aprecia en la labor de una secretaria virtual.
- Productividad. El rendimiento va ligado a la productividad. Si los trabajadores, como es el caso de la telesecretaria, cumplen con lo anteriormente mencionado, la productividad será óptima. Se necesitará menos tiempo y dedicación, para conseguir los resultados esperados.
- Marcarse objetivos. El esfuerzo debe estar orientado a la consecución de unos objetivos. De lo contrario, no se apreciará el valor del rendimiento y la productividad. Se trabajará en balde.
- Diseño de planes de desarrollo. La productividad no se consiguen simplemente mejorando los ratios de trabajo. Antes de ponerse a trabajar, es necesario desglosar los objetivos y organizar las tareas. Como se suele decir: hay que construir la casa desde la base, no desde el tejado. Existen trabajadores con mayores dotes para ello como ocurre con la secretaria online.
- Acciones complementarias. Para incentivar el alto rendimiento, las empresas pueden poner en marcha varias acciones o programas que den pie a ello. Por ejemplo, una buena idea es diseñar programas de motivación laboral. También se puede tomar la medida de ofrecer recompensaciones por el trabajado bien realizado y batiendo tiempos récords. De esta forma, los trabajadores estarán más motivados y darán lo mejor de sí mismos, solo hay que fijarse en la figura de la telesecretaria.