El tiempo que tiene que esperar un cliente hasta recibir una respuesta por parte de una empresa es un factor determinante para valorar la calidad de dicho servicio. Al menos así lo considera el 66% de los clientes, encuestados por Havas Worldwide. Por su parte, el 61% considera que las marcas no cuentan con un buen profesional para comunicarse eficazmente con ellos. Aquí es donde nace la necesidad de contratar a una telesecretaria.
Las expectativas de los clientes cuando contactan con una empresa son esperanzadoras. Cogen el teléfono o acceden a sus redes sociales o correos electrónicos con la intención de recibir una respuesta rápida y acorde a su consulta. Pero en ocasiones no es así. Las marcas tienen a cometer graves errores en este apartado, lo que les hace perder clientela.
En cuanto al tiempo de respuesta, ¿cuánto crees que debe ser la media de tiempo que podría esperar un cliente hasta ser atendido? Según el estudio mencionado, 4 de cada 10 clientes considera que el tiempo medio de contestación no debería superar la hora. Pero solo una tercera parte de las empresas, casi todas ellas con una telesecretaria al mando, cumplen con esta premisa.
Los clientes que tienen una buena experiencia con una marca, de forma reiterada, tienden a repetir dicha experiencia. Además, 7 de cada 10 recomienda al servicio a la gente más cercana. Se trata de una publicidad buscada pero a la vez gratis y muy efectiva.
Cuánto más clientes tengamos gracias a la atención ofrece por la telesecretaria, mayor volumen de ventas registraremos. Por lo tanto, mayores serán los beneficios económicos que obtengamos. Es como la pescadilla que se muerde la cola. Si falla un engranaje, se echa a perder todo el trabajo realizado.
Uno de los beneficios más importantes es recuperar los clientes que habíamos perdido por una mala gestión de la atención al cliente. La primera imagen que se lleva el cliente es importante, pero no definitiva. Es decir, tenemos la oportunidad de posicionarnos como una empresa de renombre si remediamos los errores cometidos en el pasado.