Saber delegar tareas es una de las cualidades que distingue a un buen directivo de otro. No todo es tener conocimientos, experiencia y capacidad de liderazgo. A medida que el negocio va creciendo, las responsabilidades son más y mucho más grandes. Es prácticamente inviable que una solo personas pueda encargarse de todo. Por ello, en las empresas se habla mucho del trabajo en equipo. Los directivos necesitan tener a personas de confianza a su lado, con grandes dotes empresariales. En el campo de la atención al cliente, una de esas personas es la telesecretaria.
No delegar tareas es contraproducente para la empresa. Principalmente por la falta de productividad. Las horas en el día son limitadas y las capacidades mentales también. Una sola persona no puede abarcar todas las tareas que implica un negocio a la vez.
Delegar tareas consiste en pasar una parte de la responsabilidad del negocio a otras personas. Junto con esa responsabilidad, se delega la realización de diferentes tareas dentro de la empresa. Un directivo puede delegar cualquier tipo de tarea o responsabilidad. Por ejemplo, la organización de reuniones o el trato con clientes puede dejarlo perfectamente en manos de la telesecretaria, como ya han hecho muchos directivos.
De esta forma, los altos cargos pueden centrarse en las tareas más importantes y urgentes del negocio. Mientras que las tareas más burocráticas quedan en manos de sus trabajadores Esto les permite dedicar más tiempo a aquello de lo que depende la empresa, analizando más profundamente los pilares que originan el éxito o los posibles fallos.
Una vez que el directivo delega tareas, se olvida prácticamente de ellas. Por ello, es muy importante que elija a la persona adecuada para hacer cargo de dichas tareas. Esta persona se convierta en su ojo derecho porque le delega también la capacidad de decisión, de propuesta de ideas y la responsabilidad de crecimiento. Hasta ahora, la teleseretaria ha cumplido con estos requisitos a la perfección.
Por otro lado, los directivos no solo deben centrarse en delegar sus tareas a la telesecretaria o cualquier otro trabajador. También es importante que en este proceso se tenga en cuenta la inversión en recursos que faciliten este proceso de delegación. Las nuevas tecnologías son fundamentales hoy en día. Esto genera la necesidad de que el personal encargado de estas nuevas tareas sea digital, es decir, que esté familiarizado con las tecnologías.