Debido a la pandemia de la COVID-19, son muchas las empresas que han tenido que adaptarse al teletrabajo en un tiempo récord. Según el Banco Mundial, se estima que a partir de esta crisis el 60% de los trabajos más cualificados podrían adaptarse en mayor medida al trabajo telemático.
En esta situación, es lógico que la figura de la Asistente Virtual sufra un gran repunte. Se convierte en un pilar imprescindible para el correcto funcionamiento de las empresas (y más) en medio de este escenario. Según un estudio llevado a cabo por Freelancer.com, su perfil se ha incrementado en un 31%. La compañía llevó a cabo un análisis en más de 38 millones de empresas de 247 países. Se llegó a la conclusión que en medio de esta crisis la demanda se ha duplicado y se calcula que siga creciendo.
Los encuestados afirmaron que son muchos los beneficios que aporta una telesecretaria:
Según Esther Mayor, formadora de Asistencia Virtual, el coronavirus ha puesto de relieve la importancia del teletrabajo. Sin embargo, son bastantes las empresas que se han amoldado a esta nueva forma de trabajar de manera excepcional y acelerada. Muchas han dado el paso de invertir en el panorama digital para superar este bache y, otras, gestionan a sus empleados de forma online. No obstante, Mayor asegura que el teletrabajo no es el remedio para paliar los efectos del confinamiento. Existen estudios que demuestran otras características vinculadas a la productividad.
Además, la formadora afirma que el momento en que nos encontramos de desescalada, el trabajo telemático puede servir de ayuda para conseguir una vuelta progresiva al trabajo. De esta forma se podría compatibilizar la actividad con el mantenimiento de la distancia de seguridad y conseguir que no haya rebrotes.
Por último, Mayor confirma que: «En este contexto, la figura de un asistente virtual se convierte en vital para la transición y supervivencia de cualquier empresa. Los expertos aseguran que 100% de las empresas necesita o necesitará este perfil.